Mitos y falsedades en torno a la alimentación. Siete de cada diez españoles no se ali...
24/10/2023
La alimentación es un tema que despierta gran interés entre la población, pues todos sabemos que, para mantenerse sano y en forma, es necesaria una dieta equilibrada. Según los datos que gestionas www.nutritienda.com, empresa online líder en productos de salud y belleza, siete de cada diez españoles no comen bien, lo que puede provocar enfermedades cardiovasculares. De hecho, en España se producen anualmente 44.000 muertes asociadas a problemas cardíacos provocados por una mala alimentación.
Para no caer en una dieta inadecuada es necesario tener claro qué comer y qué evitar, pero también conocer aquellos mitos y falsedades sobre los alimentos que, con el tiempo, se han vuelto más comunes entre la población.
1. El pan engorda y la pasta también
El pan en sí no es responsable del aumento de peso, ya que su impacto en el organismo depende de factores como la cantidad consumida, los ingredientes utilizados y el propio estilo de vida del consumidor. En cualquier caso, optar por pan integral o integral puede aportar beneficios nutricionales por su contenido en fibra, vitaminas y minerales.
A su vez, la pasta por sí sola tampoco engorda. El problema es cuando acompañamos la pasta con mucho queso, carne, tocino, salsas y otros ingredientes que aumentan el número de calorías del plato. En cualquier caso, es mejor elegir pasta integral y acompañarla de verduras (por ejemplo en ensalada) y añadir fuentes saludables de proteínas.
2. Beber agua durante las comidas perjudica la digestión
Esta afirmación es infundada. A pesar de lo que señalan algunas personas, consumir agua durante las comidas no diluye significativamente los jugos gástricos necesarios para la digestión. De hecho, puedes beber agua tanto en el almuerzo como en la cena. Además, hacerlo en cualquier otro momento del día te ayudará a mantener una hidratación adecuada.
3. Las grasas vegetales son mejores que las animales
4. No debes comer fruta después de las comidas.
Esta afirmación no tiene base científica. La fruta es una parte importante de una dieta equilibrada y puede consumirse antes, durante o después de las comidas, ya que aporta nutrientes esenciales y antioxidantes beneficiosos para la salud. Además, su contenido en agua y fibra puede ayudarnos a sentirnos llenos e incluso controlar el apetito.
5. El azúcar es lo que más engorda
Si bien reducir el consumo de azúcar agregada puede ser saludable, no es el único factor que afecta la pérdida de peso. En general, el peso está influenciado por la ingesta total de calorías, la calidad de la dieta y la actividad física. El consumo moderado de azúcares como parte de una dieta equilibrada no necesariamente afecta negativamente al peso, pero es importante distinguir entre los azúcares naturales y saludables presentes en la fruta y los azúcares añadidos en los alimentos procesados, que son perjudiciales para la salud.
6. El jugo de limón en ayunas ayuda a quemar grasas
No hay evidencia científica que respalde esta afirmación. La pérdida de peso se consigue mediante un balance calórico negativo, es decir, consumiendo menos calorías de las que quemas. Beber jugo de limón con el estómago vacío puede tener beneficios de hidratación y vitamina C, pero no es una solución mágica para quemar grasa.
7. Comer con sal aumenta de peso
El mito de que comer con sal engorda no es correcto. La sal en sí no contiene calorías, por lo que no puede contribuir directamente al aumento de peso. Sin embargo, un consumo excesivo puede provocar retención de líquidos y provocar hinchazón, que puede eliminarse con una hidratación adecuada y un consumo reducido. En cualquier caso, es importante mantener un equilibrio adecuado de sodio en la dieta, ya que el consumo excesivo de sal puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular.
8. Para adelgazar es necesario eliminar los carbohidratos
Uno de los mitos más extendidos, aunque infundado, es que los carbohidratos son los principales responsables del aumento de peso. Lo cierto es que son una fuente importante de energía para nuestro organismo y pueden formar parte de una dieta equilibrada. Lo que realmente importa es el tipo de carbohidratos que consumes. Elegir carbohidratos complejos, como cereales integrales, frutas y verduras, en lugar de carbohidratos refinados, como azúcares y harinas procesadas, contribuye a una dieta saludable y a mantener un peso saludable.
9. Las dietas restrictivas son la solución
En la búsqueda de un cuerpo ideal, muchas personas se sienten tentadas a probar dietas de moda muy restrictivas que prometen resultados rápidos. Sin embargo, esta dieta muchas veces resulta insostenible a largo plazo y puede resultar perjudicial para la salud. “Las dietas extremadamente bajas en calorías o que excluyen grupos enteros de alimentos pueden provocar deficiencias nutricionales y desequilibrios en el cuerpo. En lugar de caer en modas pasajeras, es mejor buscar un enfoque equilibrado que incluya una amplia variedad de alimentos nutritivos”, afirman los investigadores nutricionistas.
10. Los alimentos orgánicos son más saludables
El mercado de los alimentos ecológicos ha experimentado un extraordinario auge en los últimos años y mucha gente da por sentado que son más saludables que los alimentos convencionales. Aunque los alimentos orgánicos se cultivan sin el uso de pesticidas ni fertilizantes sintéticos, esto no significa necesariamente que sean más nutritivos. La elección entre alimentos orgánicos y convencionales debe basarse en las preferencias personales y el acceso a estos productos. Lo más importante es priorizar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos frescos, ya sean ecológicos o no.
11. Las mujeres embarazadas deben comer por dos
Pensar que las mujeres embarazadas deben comer por dos puede provocar un aumento excesivo de peso y problemas de salud. Durante el embarazo el requerimiento calórico aumenta, pero no es necesario duplicar la ingesta de alimentos. Es más importante centrarse en la calidad de los alimentos consumidos y en cubrir las necesidades nutricionales adecuadas para el buen desarrollo del bebé. Desde Nutritienda.com recomiendan que las mujeres embarazadas lleven una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, proteínas y cereales integrales.
12. Saltarse comidas te ayuda a perder peso
Mucha gente cree erróneamente que saltarse comidas, especialmente el desayuno, es una estrategia eficaz para perder peso. Sin embargo, es contraproducente ya que puede desencadenar posteriores atracones, que se traducirán en un consumo excesivo de calorías así como en una mala relación con la comida. En lugar de saltarse comidas, es mejor optar por alimentos saludables y controlar las porciones que consumes.
13. Los productos light son más saludables
Los productos etiquetados como “light” o “bajos en grasas” suelen considerarse opciones más saludables, pero esto no siempre es cierto. Aunque estos productos pueden tener menos grasa o azúcar, pueden contener aditivos y sustitutos artificiales para mejorar su sabor y textura, por lo que lo imprescindible es consultar su lista de ingredientes y comprobar la calidad de su composición. Además, es importante recordar que una dieta equilibrada se basa en la variedad y la moderación. Optar por alimentos frescos y naturales es siempre una mejor opción que confiar exclusivamente en productos “light”.
14. Las frutas maduras engordan
La afirmación de que la fruta madura puede engordar, o aportar más calorías, se produce porque con el tiempo (durante la maduración) la fruta cambia su composición, tanto física, química como organoléptica (sabor, textura y olor). Los almidones de las frutas se descomponen en azúcares más simples, como la fructosa, y se acumula más agua debido a la transformación de las pectinas, por lo que la fruta madura es más dulce y pesa más. Además, los ácidos disminuyen, modificando el sabor ácido y la astringencia a un sabor más suave que se intensifica con el sabor dulce tan característico de las frutas más maduras.
A pesar de estos cambios, las calorías que aporta la fruta son las mismas, principalmente porque los azúcares que se transforman en las frutas maduras aportarán las mismas calorías que los almidones de las frutas verdes, al ser ambos carbohidratos, además de aportar 4kcal por gramo.
Lo que sí es cierto es que con los cambios que se producen, las frutas maduras son más fáciles de digerir, elevando el azúcar en sangre más rápido que las frutas verdes. Finalmente, el aporte de fibra en ambos tipos de frutas no variará.
15. Siempre debes comer cinco veces al día
Dependerá de los hábitos de cada persona y de su sensación de hambre. No importa si repartimos nuestras calorías diarias en dos, tres o cinco comidas al día, estas deben adaptarse a nuestro estilo de vida y preferencias. Además lo importante no es la cantidad de veces que comemos al día, sino la calidad de los alimentos que consumimos y el nivel de ejercicio que hacemos diariamente, el secreto está en individualizar según nuestro estilo de vida.