Parla trabaja para atajar la proliferación de la oruga 'procesionaria'

Para evitar su proliferación y causar los menores daños posibles, Parques y Jardines están Se realizan podas, tratamientos preventivos y otros métodos de control. según las épocas del año con el objetivo de mantener la población en niveles adecuados.

Asimismo, cada año hay métodos terapéuticos de endoterapia, un procedimiento fitosanitario que consiste en administrar productos químicos a las plantas por vía intravascular para controlar la población adulta y reducir la puesta y eclosión de huevos. El año pasado se aplicó a unos 300 ejemplares entre septiembre y noviembre.

Al mismo tiempo, en este momento en el que las orugas descienden y no se puede realizar ningún tratamiento, Se retiraron los nidos y se eliminaron las procesiones de orugas que se encontraban en distintas zonas de los árboles.

La procesionaria puede convertirse en un problema de salud pública entre los meses de febrero y mayo, ya que este insecto se encuentra en la fase de mayor picadura. Pero tomando algunas medidas preventivas, no deberían ser un gran problema. Para evitar el contacto lo mejor es:

• Nunca toque ni se acerque a los nidos de orugas ni camine debajo o cerca de árboles que los contengan.
• No retire nidos ni orugas. Avisar al Ayuntamiento.
• Si no podemos evitar el paso por una zona con procesión, llevar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, sombrero y gafas.
• Evite frotarse los ojos si se encuentra en una zona infectada. Dúchate y lávate la cabeza lo más rápido posible y la ropa que usaste en la caminata. Y consultar a un médico o farmacéutico en caso de contacto.
• Consulte a un médico si se produce una reacción alérgica.

Asimismo, la Concejalía de Bienestar Animal alerta del peligro que supone, especialmente para los perros, el descenso de la procesión del pino al suelo y por ello recomienda:

• Mantenga a los perros alejados de zonas de riesgo y manténgalos siempre atados.
• Acude al veterinario rápidamente si tienes algún síntoma de alergia.
• Evita que el animal huela la maleza para evitar el contacto con orugas o nidos que encuentre en el suelo.